El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba sumo un nuevo hito al realizar el primer trasplante hepático auxiliar infantil de Andalucía y el primero de España con donante vivo por vía laparoscópica. La paciente ha sido una niña de 12 años que presentaba un defecto congénito. La realización con éxito de esta nueva intervención ha permitido que el equipo de trasplante hepático incluya esta técnica en su cartera de servicios para trasplante hepático y prevé utilizarlo en otros contextos tanto de adultos como infantiles.
El trasplante hepático auxiliar consiste en implantar un injerto hepático sin una extirpación completa del hígado enfermo. El resultado es que el paciente queda con dos hígados: el trasplantado (procedente de un donante) y el suyo propio. Este trasplante auxilia al hígado enfermo en circunstancias en las que éste no es capaz de funcionar adecuadamente, pero puede hacerlo con ayuda del auxiliar. Se trata de un trasplante que se realiza en muy pocas ocasiones dado que sólo está indicado para dos grupos de enfermedades (en hepatitis fulminantes, en las que el daño hepático es muy grave y los pacientes precisan de un trasplante urgente, y en enfermedades metabólicas, en las que el hígado es aparentemente sano, pero sufre un déficit metabólico que ocasiona un acumulo de sustancias tóxicas que pueden producir daño cerebral, cardíaco o renal).
La paciente a la que se le ha realizado el trasplante hepático auxiliar es una niña de 12 años con déficit de una enzima del ciclo de la urea (déficit de OTC, ornitina transcarbamilasa). Este defecto congénito ocasiona un acúmulo de productos nitrogenados con la ingesta de proteínas, lo que da lugar a daño cerebral irreversible. Los niños con esta enfermedad tienen el hígado sano, salvo para el defecto de OTC y el trasplante hepático es su solución definitiva.
Dado que el hígado es estructuralmente normal y funcionante, se optó por realizar un trasplante auxiliar con carácter definitivo y al ser una niña, no se necesitaba un hígado completo de su tamaño, sino un pequeño injerto de un donante, por lo que en este caso se optó por un donante vivo (su madre), que donó el lado izquierdo de su hígado (segmentos II y III, alrededor del 25{bac0c3250c04dd775eb9935785e64b37a23a61e9004e32a7f0cd2941c6f7a115} del volumen total).
La intervención se realizó el pasado mes de junio de 2016 por el equipo de cirugía hepática y la cirugía del donante se realizó por vía laparoscópica. Durante el pasado año, se realizaron cinco trasplantes en receptores pediátricos con donante vivo por vía laparoscópica, todos con éxito, lo que supone la consolidación de la técnica que se iniciara en marzo del pasado año.
Por otro lado, la intervención de la niña receptora consistió en una extirpación del lado izquierdo de su hígado nativo y un implante en esa misma posición del injerto donado. Se trata de una operación compleja, puesto que hay que compartir las estructuras vasculares y biliares entre los dos hígados.
La intervención fue realizada por dos equipos de cirugía hepática para donante y receptor, respectivamente, y un total de 25 profesionales. La realización del trasplante supuso una labor importante de coordinación de los equipos de cirugía, anestesia, intensivos, hepatología pedíatrica y enfermería quirúrgica. El procedimiento completo duró 12 horas en total.
Para ello, el equipo contó con la ayuda de sofisticados sistemas de medición del flujo vascular de cada hígado y de pruebas de función hepática determinadas por la Unidad de Medicina Nuclear. Asimismo, durante la intervención, el equipo estuvo en contacto telefónico con el director del programa de trasplante del King’s College de Londres, Nigel Heaton, que es el cirujano con mayor experiencia mundial en este tipo de trasplantes.
Finalmente, el trasplante transcurrió sin incidencias y la función hepática tanto del hígado nativo como del trasplantado son normales. Se ha restituido el problema metabólico y la pequeña lleva una dieta y vida normales.