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Fran Perea regresa a Málaga con la inquietante El ciclista utópico

Fran Perea regresa a Málaga con El ciclista utópico, inquietante comedia negra que dirige Yayo Cáceres y en el que comparte escena con Fernando Soto. El actor y productor malagueño estrenó el pasado domingo en Madrid con un rotundo éxito su debut en la dirección, Souvenir, una obra que se gestó en Factoría Echegaray el pasado mes de junio, y ahora acude de nuevo a su ciudad para exponer la tercera creación de su productora. ¿Hasta qué parte de nuestro espacio íntimo podemos dejar entrar al otro? ¿Dónde se marca la frontera entre lo público y lo privado?, inquiere la dramaturgia de Alberto de Casso, que llega mañana y el domingo al Teatro Cervantes de Málaga con el aval del Premio de Literatura Dramática Fundación Teatro Calderón de Valladolid en 2014 (20.00 del día 7 y 19.00 horas del 8, de 9 a 24 euros).

Los espacios municipales de Málaga también abren el fin de semana para mostrar la nueva propuesta de Factoría Echegaray, la coreografía 37 Guernica 17, una creación de Fernando Hurtado que ha entusiasmado a la crítica especializada, y una nueva edición del Jajejijojú que amenizarán el premiado acróbata y equilibrista Othman y los magos Ale Ale, Dani Delos y Luigi con la presencia de Pipirrana como maestro de ceremonias. Ambos espectáculos se podrán disfrutar en el Teatro Echegaray: 37 Guernica 17 se pone en escena esta tarde (20.00 h.) y mañana en doble función (13.00 y 20.00 h., 15 euros), mientras que La magia del Jajejijojú. Festival de Humor y Magia Infantil se verá a las 11.00 y 13.00 horas del domingo 8 (6 euros).

Fran Perea y el director de Producción del Teatro Cervantes, Miguel Gallego, comenzaron esta mañana la rueda de prensa de presentación de El ciclista utópico dedicando unas palabras de cariño en recuerdo de Nacho Albert, “un motor para la cultura en Málaga”, que tristemente falleció el pasado miércoles. Perea dedicará las dos funciones de su obra y Fernando Hurtado el pase de esta tarde de 37 Guernica 17 a su memoria, la de un autor y director muy querido en la profesión. Nacho Albert, que acababa de presentar su última novela y acariciaba distintos proyectos teatrales y cinematográficos, había dirigido Monogamia hace escasos meses para Factoría Echegaray y también había colaborado con los escenarios municipales en los ciclos Miradores de escena y Anverso/Reverso.

El ciclista utópico es una producción del Teatro Calderón, Emilia Yagüe Producciones y Feelgood Teatro, compañía formada por el propio Perea, el también malagueño Javier Márquez y la recién premiada con un Max Ainhoa Santamaría y que ya exhibió en el Teatro Cervantes sus dos primeras producciones, Feelgood y La estupidez. Un espacio escénico diseñado por Carolina González, iluminado por Miguel Ángel Camacho y con la ambientación musical del propio Yayo Cáceres (no olvidemos que es un miembro de Ron Lalá), arropa a Perea y Fernando Soto, dos intérpretes de amplia y reconocida trayectoria en teatro a los que ha vestido otra habitual colaboradora de Feelgood, Tatiana de Sarabia.

Manuel (Fran Perea) es un maestro rural que vive feliz y apaciblemente con su mujer y sus tres hijas menores de edad. Acebal (Fernando Soto) es un hombre rústico, cerril, reaccionario, exaltado y aparentemente ingenuo que diseña en su ilusoria cabeza una serie de máquinas delirantes, insensatas y utópicas que faciliten las relaciones humanas. El destino los une un día en que, cegado por el sol, Manuel atropella en un cruce al ciclista Acebal y destroza su bicicleta. El ciclista se muestra muy apenado por este hecho y despierta la compasión del maestro.

Este atropello hará que surja un vínculo fuerte, tenaz y sumamente destructivo entre ambos personajes. El ciclista Acebal se infiltrará cada vez más en la vida familiar y laboral de Manuel hasta convertir su existencia en un tormento y al final hará que su presencia resulte tan sofocante como necesaria, y todo llegue a un punto de no retorno.