El portavoz socialista en la Diputación de Málaga, Francisco Conejo, ha recordado hoy que su grupo pedirá mañana la dimisión de la diputada Marina Bravo, que contrató a dedo por 200.000 euros a la empresa de su cuñado en la que trabaja su pareja para desarrollar trabajos en la Delegación de Medio Ambiente que dirige, “como el primer paso para demostrar la presidencia partidista de Elías Bendodo en la Diputación de Málaga”.
“Un semana de escándalo político en la Diputación y Bendodo calla: no defiende a su diputada. Y lo hace mientras la institución se abrasa políticamente en un fuego que comienza a llegar al despacho del presidente de la Diputación”, ha descrito Conejo.
“Resulta muy llamativo que el presidente no ha salido en defensa de su diputada, ha dejado en las voces tibias de otros subalternos esta defensa. No hemos oído palabra del presidente defendiendo a su diputada. “El presidente del PP parece haber estado distraído en cuestiones internas, como su derrota como candidato a la alcaldía de Málaga, su gran objetivo político de los últimos años. Ahora que no va a ser candidato, tendrá más tiempo para la Diputación”, ha aventurado el portavoz socialista.
“El caso de Marina Bravo es el principio del fin de una presidencia marcada por la arbitrariedad, el clientelismo, la discrecionalidad y el partidismo”, ha explicado el portavoz. “Ya son muchos ejemplos de mala gestión, favores, proyectos estrellados. En este último cuarto del mandato, Bendodo llega débil para enderezar el rumbo de la institución, que ha perdido cuatro años con una política errática en materia de regeneración política, modernización de la institución, estabilidad laboral y en materia de cohesión territorial”, ha descrito Conejo.