Un estudio llevado a cabo por el especialista en gérmenes en el hogar Charles Gerba, profesor de la Universidad de Arizona (EEUU), confirma que el suelo de la mayoría de los hogares es caldo de cultivo para bacterias que amenazan la salud de los más pequeños. Estas bacterias pueden llegar a provocar meningitis y otras pueden atacar el sistema respiratorio cuando éste se encuentra debilitado o en pleno desarrollo (Klebsiella pneumoniae y Serratia marcescens entre las más peligrosas)
Quitarse los zapatos de la calle al entrar en casa es una costumbre que la mayoría de los españoles no tienen. Pero este pequeño gesto puede evitar la intrusión en el hogar de organismos patógenos causantes de graves enfermedades respiratorias y digestivas. Con este mal hábito, entran en la vivienda más bacterias de las que puede acumular un inodoro. Para concretar más, las suelas de un par de zapatillas con dos semanas de uso pueden acumular aproximadamente unas 420.000 bacterias.
Algunas de las bacterias halladas en el estudio, como la bacteria del E.Coli, aunque aparentemente inofensiva, se ubica en el intestino de los seres humanos y puede producir desde enfermedades digestivas (diarreas y vómitos) hasta dañar los glóbulos rojos y los riñones en los peores casos. También hallaron Klebsiella pneumoniae y Serratia marcescens, dos bacterias que pueden provocar infecciones urinarias, respiratorias, e incluso meningitis.
Según el doctor Gerba, responsable de esta investigación, «el 96% de las bacterias coliformes y E.Coli presentes en la suela de los zapatos se producen por el frecuente contacto con materiales fecales originarios de suelos de locales públicos o por contacto directo con excrementos animales». Enfermedades digestivas provocadas por el E.Coli, el virus de la gripe o el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) son algunas de las consecuencias de no mantener los suelos del hogar limpios.
Los niños, los más vulnerables ante el peligro
Gateando, aprendiendo a andar o con el antihigiénico hábito de llevarse cualquier objeto a la boca, los más pequeños de la casa están casi siempre en continuo contacto con el suelo. Esto los convierte en un blanco fácil de virus y bacterias, ya que su sistema inmunitario aún se encuentra en pleno desarrollo. Por otro lado, los juguetes también se convierten en una amenaza para su salud, debido a que suelen dejarlos esparcidos por el suelo. Por todo ello, el riesgo de contraer una enfermedad aumenta.
El “Estudio Sanytol sobre los gérmenes del hogar” elaborado en colaboración con la Universitat de Barcelona (UB) pone en el punto de mira a los juguetes como una de las vías principales de transmisión de enfermedades entre los más pequeños. Y los virus pueden sobrevivir en estos objetos el tiempo suficiente como para contagiar a un niño y provocar nuevos contagios.