En la exposición Olga Picasso, que puede visitarse hasta el próximo 2 de junio, se ahonda en conceptos como el recuerdo, la permanencia en un lugar, la familia o el lugar de origen a través de las fotografías y la correspondencia mantenidas por Picasso y Olga con sus familiares y seres más cercanos. Olga Khokhlova y Pablo Picasso dejaron atrás sus países de origen – Rusia y España respectivamente – para vivir en Francia. El Museo Picasso Málaga ha invitado a varias asociaciones que trabajan con población migrante para reflexionar sobre todo lo que les ofrece el país que les acoge, rememorando aquello que han dejado en su país de origen.
Durante sesiones en el mes de mayo, los participantes visitarán la exposición para conocer y contextualizar la realización de algunas de las grandes obras de Picasso, reconstruyendo esta producción en el marco de una historia personal que transcurre paralela a otra historia política y social. En el taller, se reflexionará sobre lo visto en las salas y los participantes realizarán collages con imágenes de su ciudad de destino, Málaga. En otra sesión de trabajo realizarán un grabado calcográfico, con la imagen que hayan elegido como significativa de su lugar de origen. Sus trabajos serán enviados con una carta y por correo postal, un medio de comunicación en fase de extinción, al destino que ellos decidan.