La ‘turismofobia’, entendida como un movimiento de rechazo al turismo, es un fenómeno reciente que cada vez toma más fuerza en los estudios antropológicos. Investigadores del Departamento de Geografía y del Instituto de Turismo (i3t) de la UMA y de la Universidad Nacional de México han dado un paso más y, por primera vez, la han abordado desde un punto de vista científico,realizando un a encuesta con una muestra fiable.
En concreto, los profesores Antonia Balbuena, Fernando Almeida y Rafael Cortés han analizado, a partir de cerca de 400 encuestas y una decena de entrevistas, las principales molestias que presentan los residentes en el centro histórico de Málaga por el impacto del turismo.
Así, se detecta que frente a un 17,5 por ciento de los residentes que manifiestan su malestar por el impacto del turismo en la ciudad, principalmente por problemas como el ruido, la suciedad, la falta de aparcamiento o la vivienda turística, cerca de un 23 por ciento destacan sus beneficios y se consideran ‘turismofílicos’.
“Hemos realizado un estudio sociodemográfico de estos resultados y hemos comprobado que son los mayores de 66 años y sin estudios, el perfil que más contento se muestra con el turismo, al que identifican como una fuente de trabajo y lo valoran por sus beneficios en la mejora del espacio urbano”, explican estos profesores, que aseguran que se trata de una población tradicional que lleva viviendo en la zona un largo periodo de tiempo.
En este sentido, los expertos señalan que los ‘turismofóbicos’, por el contrario, suelen ser jóvenes de edad media con estudios universitarios, que viven en pareja, sin hijos, y que han venido a cubrir la pérdida de población en el centro “En general son más críticos, pero más quecon la llegada de turistas en sí, con el modelo desarrollado por parte de las administraciones, ya que sienten que las reformas siempre están orientadas al visitante, no al residente”, aclaran.
Igualmente, el lugar de residencia dentro del centro histórico también es un factor determinante en la distribución espacial de las percepciones de las molestias debido al turismo. La zona en la que se ha detectado más turismofobia es el entorno de calle Larios debido a la aglomeración de turistas, y en las zonas de Carretería, Goleta y Beatas, donde se revela problemas provocados por la vivienda turística, así como actividades de ocio. Por el contrario, en la zona sur del Centro, Soho, los niveles de turismofobia son muy bajos y, además, los residentes destacan las mejoras debido al turismo, como la seguridad y la mejora del espacio urbano.
Este estudio se ha desarrollado a lo largo de 2018, financiado por el Plan Propio de la UMA y por un proyecto nacional de I+D+i. Sus resultados han sido publicados recientemente en la revista ‘Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles’, nº 83.
Actualmente, los investigadores de la UMA están realizando este mismo trabajo en Barcelona, donde ya han identificado un nivel de turismofobia –más de un 70 por ciento- y en la ciudad polaca de Gdansk. También valoran ampliarlo a la Costa del Sol.