En el centro de la llanura de La Mancha y a 662 metros de altitud se alza la localidad ciudadrealeña de Tomelloso, de aproximadamente 38.000 habitantes. Integrada dentro de la Ruta del Vino de la Mancha, tiene el honor de ser el principal productor mundial de alcohol de origen vínico. El 50% de la superficie de viñedos de toda España está en esta zona, con medio millón de hectáreas dedicadas al cultivo de la vid, bajo el control del Consejo Regulador D.O. La Mancha. Por este motivo, a la región se la conoce oficiosamente como ‘el mayor viñedo del mundo’.
El origen se remonta a mediados del siglo XVIII, cuando se empieza a introducir la vid entre sus cultivos. En las primeras décadas se hizo de forma tímida, hasta alcanzar su etapa de apogeo durante el último cuarto del siglo XIX y primera mitad del XX, en que se va a convertir prácticamente en un monocultivo.
La enorme producción vínica, unida a las pésimas vías de comunicación de la localidad, propiciaron el desarrollo de gran número de alcoholeras desde finales del siglo XIX hasta mitad del siglo XX, las cuales mediante destilación alcohólica reducían el volumen de la producción vínica facilitando así su transporte y comercialización. Estas alcoholeras, en un primer momento propiedad de vecinos de Tomelloso y más tarde de importantes empresas del sector alcoholero nacional, llevaron a la localidad a ser el primer productor de alcohol vínico del mundo a mitad del siglo XX, un honor que aún sigue vigente.
Arquitectura vinícola
Esta tradición vinícola ha dado lugar a una arquitectura característica y distinta a cualquier rincón del planeta. Un ejemplo de ello son las chimeneas, construidas en su día junto a las torres de destilación que se encargaban de utilizar la uva sobrante que no se usaba para el vino con el objetivo de producir alcohol vínico.
Su alto tamaño se explica porque estas construcciones de ladrillo ejercían la aspiración del humo de las calderas de carbón sin necesidad de ventiladores o cualquier otra ayuda mecánica, al tiempo que elevaban dicho humo a una altura suficiente para que no volviera a descender y ennegreciera el suelo. Actualmente, cerca de 40 chimeneas siguen en pie.
A su vez, el subsuelo de Tomelloso está repleto de cuevas que se habilitaron antaño ante las grandes necesidades de elaboración y almacenamiento de vino bajo unas condiciones excepcionales de luz, humedad y temperatura. De las 4.000 que hubo en la época de mayor esplendor se mantienen unas 600, de las que unas 50 son visitables.
Actualmente, en Tomelloso existen bodegas y destilerías de consideración, como Bodegas Fundador, Bodegas Osborne, Bodegas Las Copas, Altosa, Bodegas Verum, Vinícola de Tomelloso, Virgen de las Viñas Bodega y Almazara, Bodegas Centro Españolas, Viña Ruda, Casaquemada…