Aunque esta no es la primera campaña protagonizada por personas más mayores lo que nos tienen acostumbrados (ni tampoco la última, ya que Yves Saint Laurent no quiso quedarse atrás y tan solo unos días después lanzó la suya con Joni Mitchell), ha sido sin duda alguna la más comentada (consiguió ser trending topic nada más salir a la luz).
Quizá sea por la estética, quizá por el personaje que la protagoniza, o quizá por el cambio que supone, pero lo que está claro es que el nombre de la marca tiene gran importancia en todo esto.
Hace unos años Céline intentaba sobrevivir entre la gran cantidad de marcas que encontramos en la industria de la moda, y fue a partir del 2009, gracias a la llegada de Phoebe Philo a la dirección creativa, cuando comenzó a escalar puestos hasta colocarse en las primeras posiciones de las listas realizadas por los críticos de la industria y a ser una de las firmas más comentadas y difundidas en redes sociales, y una de las más copiadas y admiradas.
No es sorprendente que la protagonista de esta campaña sea Joan Didion (escritora y periodista estadounidense) si se conoce la visión que Philo tiene sobre la moda, ya que si hay algo que ambas comparten es esa visión y esa capacidad de ir más allá de lo que muchos ven.
Joan Didion, con un corte de pelo “bob”, unas maxi gafas negras, un vestido negro y un sencillo colgante, no sólo consiguió revolucionar las redes sociales y convertir a la firma en trending topic, sino que además reivindicó algo que es muy Céline: que la sencillez es elegante e importante, y que la elegancia no requiere siempre esfuerzo (ni estridencias). Y recordó algo que parece que en muchos casos se olvida, la elegancia no es cuestión de edad, no es algo solamente asociado a la juventud, sino que es algo más complejo y etéreo.
Sería una locura pensar que, de seguir vivas, iconos como Audrey Hepburn o Marilyn Monroe, no serían protagonistas de campañas simplemente por haber envejecido. Está claro que la iconicidad de ambas se ha visto reforzada con el paso del tiempo, y su importancia va más allá de su belleza, del saber vestir, del haber protagonizado películas que se han convertido en auténticos clásicos del cine. Este también es el caso de Joan Didion que, tras una larga carrera como escritora, se ha convertido en un icono y, el hecho de haber escogido a una periodista y no a una actriz o modelo para su nueva campaña, refuerza el posicionamiento de Céline. Una firma que siempre ha aportado ese valor añadido de llevar (y hacer) moda de forma “inteligente” de algún modo, demostrando que es algo más complejo que la simple apariencia externa, que es algo que proviene del interior, y que va muy unido a la persona en sí; ya que, además, tal y como señalaba Philo, se trata de una firma “por y para la vida real” que crea piezas “preciosas pero no inalcanzables”.
Pero sobre todo, si algo ha pretendido demostrar esta campaña es que Céline es para esa gente que cultiva tanto el exterior como el interior, y que la elegancia, el saber vestir, es algo que pertenece a la persona, Céline simplemente te ayuda (o te acompaña) a conseguirlo más fácilmente. Y esto, sin duda alguna, acompañará a Céline por muchos años más.
Nerea Maroto