La actriz da voz a todos los personajes de la tragedia de Séneca en un montaje dirigido por Andrés Lima que se verá mañana y el sábado en el Echegaray
Rosa Díaz ofrece el domingo dos pases matinales del exquisito Hilos y David García-Intriago despide su exitoso Hambre con almuerzo y cena en el Vincci Posada del Patio
Hija de reyes, descendiente del dios Sol, una mujer abandonada, desterrada y repudiada, enloquecida de desamor, que venga su dignidad perdida matando a sus hijos. Aitana Sánchez-Gijón es esta “Medea despojada, poderosa, terrible y dolorosamente humana”, pero también evoca a Jasón, Creonte y Corifeo, mete bajo su piel a todos los personajes de la tragedia de Séneca en este montaje dirigido por Andrés Lima que cierra el 34 Festival de Teatro de Málaga junto a las funciones dominicales de Hilos y Hambre. La actriz hispano-italiana regresa a la “maldición deliciosa” de un personaje extremo, un “alien” que le habita y se resiste a abandonar su cuerpo en esta singular versión de Medea, una combinación entre lectura, dramaturgia y titánica labor interpretativa (Teatro Echegaray, 20 horas del viernes 10 y sábado 11, 20 euros). Junto al Medea de Sánchez-Gijón y Lima, el 34 Festival concluye el domingo 12 con el doble pase matinal en el que Rosa Díaz expone el exquisito Hilos (de La Rous, 11 y 13 horas, 6 euros) y las dos últimas funciones del Hambre de La Líquida en el Hotel Vincci Posada del Patio (almuerzo y cena, entradas agotadas).
Una silla es la única escenografía de un “ejercicio catártico y liberador” en el que Aitana regresa al universo de desgarro y dolor de Medea. La intérprete ha recuperado en este monólogo estrenado hace menos de un mes en el Teatro del Barrio de Madrid las esencias de un anterior montaje de Andrés Lima que protagonizaba y en la que estaba acompañada en escena por el mismo director y otras dos actrices, Laura Galán y Yoana Gomila. Las crónicas de entonces ya reseñaban su “soberbia” y “desgarradora” interpretación, una actuación “solemne y próxima al éxtasis, al ideal, a ese que no distingue si es actriz, persona, diosa o musa, o todo a la vez”. Ahora se expone en solitario, en el primer ‘solo’ de su carrera, en algo más de una hora de abrumador ejercicio físico (Aitana acaba exhausta) y psicológico. En Medea reconstruye el personaje más trascendental de su carrera, “a un nivel que trasciende lo actoral, a un nivel casi metafísico”. “Medea es infinita, inabarcable, es un misterio. Me conecta con lugares emocionalmente extraños y desconocidos”, asegura Aitana Sánchez-Gijón.
El escenario del Teatro Echegaray muda su piel el domingo pero para otro solo protagonizado por una mujer y avalado por los premios a Mejor Interpretación Femenina (Rosa Díaz) y Mejor Dramaturgia en FETEN 2016. Hilos está indicado para espectadores a partir de 7 años, a los que habla de las conexiones transparentes que vinculan de modo indivisible a madres e hijos.
Rosa Díaz e Itzíar Pascual firman la dramaturgia de un montaje lleno de dulzura, sensibilidad y enseñanzas que cuenta cómo se desenrolla, enhebra, anuda y corta el hilo de la vida, y la propia Rosa dirige junto a Joan Font.