Benalmádena ha conseguido el certificado de Destino Turístico Inteligente tras superar el 59,1% de los requisitos de la metodología DTI, cifra que supera ampliamente la media nacional del 41%. El informe diagnóstico elaborado por SEGITTUR revela que el municipio malagueño ha completado más de la mitad del proceso de conversión hacia un destino turístico inteligente. La certificación se basa en cinco ejes fundamentales: sostenibilidad, gobernanza, innovación, accesibilidad y tecnología.
El análisis de SEGITTUR ha evaluado al municipio mediante 97 requisitos y 261 indicadores distribuidos en las cinco áreas clave del modelo DTI. Los resultados obtenidos muestran que Benalmádena alcanza el 75,1% en sostenibilidad, el área con mejor puntuación. Le siguen gobernanza con un 60,8%, innovación con un 53,8%, accesibilidad con un 44,2% y tecnología con un 43,8%.
La metodología de Destino Turístico Inteligente está impulsada por la Secretaría de Estado de Turismo de España y gestionada por SEGITTUR. Este programa busca mejorar la competitividad de los destinos turísticos y la calidad de vida de los residentes a través de la implementación de estrategias en los cinco ámbitos mencionados. El modelo se fundamenta en la coordinación entre administraciones, empresas y ciudadanos para una gestión turística integral.
Benalmádena forma parte de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes desde 2020. La implantación ha sido posible gracias a la colaboración de todas las áreas municipales y los agentes privados del destino, que han proporcionado la información necesaria para la evaluación. El proceso ha permitido a SEGITTUR valorar el grado de madurez del municipio en cada requisito y establecer recomendaciones para completar la transformación.
El programa DTI surgió del Plan Nacional e Integral de Turismo 2012-2015 con el objetivo de facilitar la incorporación de innovaciones en los destinos turísticos. Un Destino Turístico Inteligente se define como un destino innovador consolidado sobre una infraestructura tecnológica avanzada que garantiza el desarrollo sostenible del territorio. El modelo promueve la accesibilidad universal, facilita la interacción del visitante con el entorno e incrementa la calidad de la experiencia turística y la vida de los residentes.
La certificación obtenida por Benalmádena representa un paso hacia un modelo turístico basado en la excelencia y el desarrollo económico y social del destino. El sistema incluye un proceso de diagnóstico, recomendaciones y monitorización que permite la mejora continua de la gestión turística adaptada a los retos presentes y futuros del sector.