El Ayuntamiento de Marbella ha puesto en marcha una nueva campaña puerta a puerta de empadronamiento para que “no haya ninguna persona que resida en la ciudad sin estar censada”. Así lo ha anunciado hoy la alcaldesa de la ciudad, Ángeles Muñoz, quien ha señalado que 20 personas forman parte del dispositivo especial, que se mantendrá en el tiempo, aunque de forma intensiva hasta el mes de febrero, y que informará a los ciudadanos puerta a puerta tanto en español como en inglés. La regidora, acompañada por el concejal de Turismo y Extranjeros, José Luis Hernández, ha asegurado que esta iniciativa refuerza el trabajo que viene desarrollando el Ayuntamiento en este sentido y que ha permitido pasar de los 136.000 censados en 2007 a los cerca de 148.000 de la actualidad -de los que 43.396 son extranjeros-. Muñoz ha indicado que el objetivo de la campaña es que “ningún ciudadano que resida en la ciudad se quede sin empadronar para beneficiar tanto al municipio como al propio residente”. En este sentido, ha explicado que existen muchas ventajas para el empadronado y para la localidad. “Del número de población censada dependen las transferencias de las administraciones superiores como el Estado o la Junta de Andalucía. De la primera estamos recibiendo 30 millones de euros y de la segunda unos 5 millones, lo que refleja la importancia de que la población censada se acerca a la población real de la ciudad”, ha declarado la primera edil. Por tanto, los servicios públicos que presta el Ayuntamiento dependen en buena medida de la población censada, que a su vez cuenta con importantes ventajas con respecto a la que no se ha empadronado. Concretamente, el Ayuntamiento bonifica a los empadronados el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y les ofrece una oferta amplía de servicios públicos que van desde los deportivos, culturales, educativos, sociales, hasta el propio transporte o las iniciativas que se llevan a cabo desde el área de formación y empleo. La alcaldesa ha recordado que con esta campaña se quiere llegar a los extranjeros que están obligados cada dos años a renovar su empadronamiento. Concretamente, en estos momentos hay unos 5.000 ciudadanos de otros países que se censaron en 2009 y 2010 y que tienen que volver a hacerlo. De esta forma, el Ayuntamiento pretende superar la cifra de 150.000 empadronados en los próximos meses.