La Sala Noble del Museo Carmen Thyssen Málaga acogerá a partir del próximo 27 de octubre la nueva muestra Goya-Ensor. Sueños al vuelo, que recrea un intenso y fascinante diálogo entre dos grandes maestros del grabado como son Francisco de Goya (1746-1828) y el pintor belga James Ensor (1860-1939) unidos por una visión crítica, irónica y despiadada de las sociedades de su tiempo, que plasmaron en imágenes fantásticas y grotescas.
Aunque fueron grandes pintores, Goya y Ensor “desataron” su fértil imaginación y su producción más personal y comprometida con la realidad social de su tiempo a través de la obra gráfica. “Las injusticias y la miseria humana fueron relacionadas por Goya con el mundo de la brujería, la guerra, el hambre o la superstición”, señala la directora Artística del Museo y comisaria de la muestra, Lourdes Moreno.
Del aragonés pueden verse en esta exposición una selección de cuarenta grabados, del pintor belga doce aguafuertes y una litografía. Las estampas de Goya pertenecen a dos de sus series más reconocidas, los Caprichos y los Disparates. Los temas son variados, siendo los más comunes la brujería, el cortejo, las convenciones sociales y la muerte, junto a otros de difícil interpretación.
“James Ensor no sólo sintió una profunda admiración por Goya, sino que encontró un paralelismo en su producción. La atracción de Ensor por el mundo fantástico le vincula con la imaginación desbordada que se percibe en las estampas goyescas”, señala.
Ensor, uno de los pintores más reconocidos de la tradición belga, es un autor inclasificable, “en ello reposa gran parte de su producción artística”. Familiarizado con el mundo de las máscaras que se vendían en la tienda familiar para el carnaval de Ostende, Ensor creó un mundo oscuro, irónico e inquietante que lo vincula directamente a Goya.