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Factoría Echegaray busca una actriz, una bailarina y tres actores para El proceso, su segundo proyecto

Factoría Echegaray busca una actriz, una bailarina con dotes interpretativas y tres actores para El proceso, segundo proyecto de esta incubadora escénica creada por los teatros municipales de Málaga con apoyo de toda la profesión y la unanimidad de los grupos políticos del Consistorio. La directora Belén Santa-Olalla ha preparado una versión para las tablas de la novela de Franz Kafka en la que cinco intérpretes dan vida a todos los personajes en una puesta en escena caracterizada por sus múltiples lenguajes artísticos, una experiencia transmedia que utiliza canales online y tradicionales y un envolvente espacio sonoro y visual. El proceso es la segunda pieza de Factoría Echegaray que empieza a rodar tras Los puercos, divertido texto de Ignacio Nacho cuyas audiciones se celebrarán la semana próxima (del 4 al 8 de julio), aunque será la tercera que se estrene y exhiba una vez que se hayan representado Los puercos y Rama.

Desde hoy hasta el 12 de julio está abierta la inscripción para un casting en el que se seleccionarán actores, actrices y bailarinas malagueños o residentes en Málaga encuadrados en cuatro perfiles: actor de entre 25 y 40 años (se escogerán 2 intérpretes), actor de entre 40 y 55 años, actriz de 25 a 40 años y actriz/bailarina de entre 25 y 40. En la web http://www.teatroechegaray.es/factoriaechegaray/proyectos se puede descargar la ficha de inscripción para el casting y consultar las instrucciones necesarias para el mismo. Los aspirantes deberán preparar los textos que se adjuntan y traer propuestas libres de personajes. La actriz deberá traer una propuesta de personaje masculino (encarna a Josef K, y es la única intérprete que mantiene su papel durante toda la obra) y la bailarina preparar una coreografía libre para una pieza de Stravinski y un personaje grotesco.

Las audiciones se celebrarán entre el 18 y el 22 de julio en el Centro de Cultura Activa Pedro Aparicio, y los ensayos tendrán lugar en la Casa del Estudiante del Campus de El Ejido entre el 4 de octubre y el 22 de noviembre. El Teatro Echegaray acogerá entre el 23 de noviembre y el 10 de diciembre las primeras doce funciones de El proceso, un innovador y experimental proyecto que recreará nueve escenas seleccionadas de la novela inacabada y póstuma de Kafka. Estos espacios serán habitados por personajes histriónicos que conducirán al espectador a vivir un viaje expresionista. El montaje de Belén Santa-Olalla es un proyecto ‘maldito’ del colectivo Stroke114, que forma junto a Rodrigo de la Calva, en el que se funden interpretación, danza, videoarte e instalación artística, y que propone una singular experiencia online y un diseño escenográfico concebido para envolver al público en un asfixiante clima kafkiano.

Sinopsis

Una mañana cualquiera, Josef K. se despierta en la pensión donde reside con la extraña visita de unos hombres que le comunican que está detenido. Desde ese momento, comienza para K un proceso laberíntico y absurdo del que no es capaz de entender las causas y en el que cada vez se le considera más culpable. Acompañaremos a K emocionalmente en este viaje, convirtiéndonos en los protagonistas de nuestro propio ‘Proceso’ en una experiencia online complementaria.

De qué habla El proceso

Josef K es inocente. Él se sabe inocente. Por eso no entiende nada de lo que está pasando, por eso es una pesadilla en la que se acaba sumergiendo, atontado por la forma, por la administración, por la burocracia, por la infraestructura de la ley, olvidando y recordando que él sigue siendo inocente. El proceso mismo acaba siendo su propia condena, una condena que no merece, siendo él el único que parece verlo así, con la alienación y el aislamiento que ello conlleva. Su situación de acusado de inmediato se vincula a la sospecha, a la culpa, a la mancha en la imagen de nosotros que proyectamos en los demás. Verdad o mentira, al final no importa. El fondo queda oculto tras la forma, la forma del proceso, el puro trámite, las crueles consecuencias de un sistema que parece olvidar rápido las causas que las generaron, de ahí deviene el absurdo y la angustia.