La solidaridad desplegada por la sociedad española en respuesta a la guerra de Ucrania y el creciente deseo de acoger a niños y niñas huérfanos han sido abrumadores durante las últimas semanas. Sin embargo, desde Aldeas Infantiles SOS recuerdan que la evacuación de menores tutelados a otro país debe hacerse exclusivamente de Estado a Estado. Las organizaciones privadas no están autorizadas a gestionar estos procesos de acogida, a menos que lo hagan en colaboración con sus propias autoridades de protección a la infancia y sobre la base de un acuerdo entre estas y el Gobierno de Ucrania, que ha puesto en vigor disposiciones legales para la protección de estos niños y niñas en caso de evacuación entre estados.
“Hay una necesidad imperante de seguir los canales oficiales de protección infantil porque los riesgos inherentes a la situación actual son muy serios y es la única forma de prevenir la trata de niños y niñas”, subrayan desde Aldeas Infantiles SOS.
La organización de atención directa a la infancia explica que los gobiernos que acogen a estos niños y niñas han de garantizar que reciben un cuidado alternativo de calidad que respete los estándares marcados por las Directrices de Naciones Unidas sobre las modalidades alternativas de cuidado de los niños. “Estos niños y niñas necesitan, además, conservar los lazos familiares y comunitarios y, concluido el conflicto, los gobiernos acogedores han de facilitar el retorno a su país de manera segura y en su interés superior. Este es el compromiso que se está alcanzando con las autoridades ucranianas”, advierten.
Aldeas Infantiles SOS aclara, además, que la gran mayoría de estos niños y niñas no son huérfanos. El 92 % tiene, al menos, un progenitor con vida.
En el caso de España, la autoridad a nivel estatal recae en la Dirección General de Derechos de la Infancia y de la Adolescencia, del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que debe coordinarse con los Gobiernos de las comunidades autónomas puesto que las competencias del sistema de protección a la infancia están transferidas a estas. Aldeas Infantiles SOS ha ofrecido su experiencia y sus plazas para colaborar con el Gobierno y las comunidades autónomas en la protección de los más vulnerables: niños, niñas y adolescentes no acompañados y familias monomarentales, así como para dar apoyo a familias de acogida.
70.000 niños y niñas continúan atrapados en centros residenciales
Ucrania tiene una de las tasas más altas de acogimiento residencial de toda Europa. 98.000 niños, niñas y adolescentes (en torno a l 1,3 % de la población infantil) vivían en instituciones de cuidado alternativo cuando estalló la guerra. De ellos, 70.000 están atrapados en zonas de riesgo.
Según informa Aldeas Infantiles SOS, buena parte de estos menores continúan en sus centros de acogida, cuyo personal es ya alarmantemente escaso y se enfrenta a importantes desafíos para brindarles una atención adecuada, apoyo psicosocial y asistencia, especialmente a aquellos con necesidades especiales. Escasean los alimentos y la calefacción, y el acceso a la educación y la atención médica se vuelven cada vez más difíciles. “Muchos trabajadores, además, se han marchado, dejando a un número elevado de estos niños y niñas en un completo abandono. Hemos sido testigos de ello”, aseguran profesionales de Aldeas en Ucrania. Estos niños y niñas están expuestos a un alto riesgo de violencia y abandono, y se encuentran aislados.
En colaboración con las autoridades gubernamentales y junto a otras entidades agrupadas en la Red Ucraniana de Derechos del Niño, Aldeas Infantiles SOS Ucrania está contribuyendo a la evacuación de niños y niñas de instituciones residenciales de distintos puntos del país como Járkov, Berdyansk y Slavyansk, y su traslado a la región de Dnipropetrovsk, en el centro de Ucrania. La organización ya ha puesto a salvo a 1.500 niños y niñas. Una vez allí, permanecen en un refugio donde se les proporcionan servicios básicos y apoyo psicosocial hasta poder salir del país.
Según informa Aldeas Infantiles SOS, el traslado de estos niños y niñas tutelados a Polonia se está realizando únicamente en base a acuerdos mutuos entre ambos Gobiernos. “El Gobierno polaco ha establecido una base de datos dedicada al registro y seguimiento de todos los niños y niñas de instituciones residenciales que ingresan y son albergados en Polonia, está comprobando el estatus legal de cada uno de ellos y estableciendo medidas contra el tráfico de personas”, afirman representantes de la organización en el terreno.
En la ciudad polaca de Stalowa Wola se ha ubicado un punto central de tránsito para los niños y niñas evacuados de instituciones residenciales, que permanecen allí un máximo de tres días y luego son acogidos en diferentes instalaciones especializadas del país.