El 27 de septiembre de 1962 la bióloga estadounidense Rachel Carson publicó Primavera silenciosa, una obra en la que se describen los efectos dañinos de los plaguicidas para el medioambiente. Su obra fue pionera para el movimiento ecologista y llevó a la prohibición de sustancias de elevada peligrosidad como el DDT.
Sin embargo, 60 años después, el sistema de producción agraria no ha cambiado y las ventas de plaguicidas nunca han sido tan altas como en la actualidad. Para conmemorar la obra de Rachel Carson e incrementar la conciencia de la necesidad de poner un punto y final a los plaguicidas, Ecologistas en Acción publica el informe El doble rasero del mercado europeo de plaguicidas.
En este informe da cuenta de lo que Ecologistas en Acción denomina “la hipocresía y el doble rasero del mercado europeo de plaguicidas”: al tiempo que prohíbe el uso de plaguicidas en Europa, permite su fabricación y exportación a otros territorios.
El Reglamento 1107/2009 de la UE sobre comercialización de plaguicidas impide que se autoricen los de mayor peligro para la salud humana y el medioambiente. En la actualidad, hay 450 plaguicidas autorizados a nivel de la UE frente a los 943 no autorizados para su uso. Esta prohibición afecta únicamente a su uso en la UE, pero no tiene ningún efecto en lo relativo a su prohibición, por lo que pueden seguir fabricándose en cualquiera de los Estados miembros y venderse a países no pertenecientes a la UE.
De esta forma, los plaguicidas no autorizados en la UE pueden retornar en forma de residuos de plaguicidas a las estanterías de nuestras tiendas de alimentación. Y, siempre que se encuentren en cantidades inferiores a sus respectivos límites máximos de residuos de plaguicidas, no se generará la alarma de las autoridades de la seguridad alimentaria.
El viaje de ida y vuelta de los plaguicidas
En el programa oficial de control de residuos de plaguicidas de alimentos de 2020 realizado por las autoridades españolas se detectaron residuos del plaguicida tiametoxam en una muestra de baya de Goji cultivada en China.
El tiametoxam es un insecticida neonicotinoide no autorizado en la UE desde el año 2018, por ser un peligro para los organismos polinizadores como las abejas.
No resulta posible determinar con seguridad si el insecticida neonicotinoide detectado en una baya de Goji de origen chino comercializada en España fue producido en nuestro país. No obstante, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) confirmó a Ecologistas en Acción que en 2020 España exportó a China 1.260 kilos del neocotinoide tiametoxam. Esto hace posible la hipótesis de que el plaguicida fuese fabricado en España.
Además, el tiametoxam no fue el único plaguicida no autorizado que fue exportado por España en ese año, los datos del MITERD muestran que se exportaron más de 7 millones de kilos de un total de 32 plaguicidas. Los datos provisionales de 2021 elevan esta cantidad hasta casi 22 millones de kilos para un total de 28 plaguicidas.
Ecologistas en Acción enfatiza que la información del MITERD relativa a la exportación por España de plaguicidas no autorizados es parcial, dado que únicamente hace mención a un número reducido de sustancias cuya exportación debe contar con el consentimiento fundamentado previo del país importador (Convenio de Róterdam).
En la actualidad, en el Convenio tan solo hay 35 plaguicidas sujetos a consentimiento, por lo que se desconocen las verdaderas cifras del mercado de los plaguicidas. No obstante, según el Ministerio de Hacienda, la cifra del negocio de la exportación de plaguicidas a países extracomunitarios superó los 573 millones de euros (573.169.000 €) en 2020.
Urge que la UE prohíba la fabricación y exportación de plaguicidas no autorizados
El caso de la detección de un plaguicida no autorizado en un alimento importado por España no es sino uno de los muchos que pueden ser señalados. Al mismo tiempo que se prohíbe el uso de un determinado plaguicida se sigue permitiendo su fabricación, exportación y su retorno en forma de residuos de plaguicidas.
Koldo Hernández, portavoz de Ecologistas en Acción, ha declarado: “La exportación de plaguicidas prohibidos se traslada a otros países en modelo de producción agrícola que la UE descarta. Es decir, Europa externaliza las consecuencias adversas para la salud humana y el medioambiente que afectan directamente a los agricultores y agricultoras de los países importadores. Además, también causa de manera indirecta un riesgo a consumidoras y consumidores europeos a través de la alimentación. Por todo ello, Ecologistas en Acción insistimos en que urge que la UE tome medidas que prohíban la fabricación y exportación de plaguicidas no autorizados, y que se limite la comercialización de alimentos que contengan estas sustancias, sea cual sea su origen”.