La protagonista de esta campaña es Gisele Bündchen (que también protagoniza este mismo año otras campañas como las de Isabel Marant o Balenciaga) que, lejos de a lo que estamos acostumbrados, aparece sin maquillaje y muy natural en una serie de sencillas fotografías en blanco y negro, en las cuales el centro de atención es la ropa. Habitualmente, cuando vemos un anuncio, nos fijamos en el conjunto: la modelo, su maquillaje, el peinado, las uñas,… y la ropa pasa a ser una pieza más del conjunto. Sin embargo, en este caso no es así, ya que lo que primero llama nuestra atención es la ropa y no lo modelo.
Probablemente, la decisión de hacer una campaña como esta está en gran parte relacionada con que en estos últimos años, lo natural está de moda. Cada vez ha ido ganando terreno la preferencia por lo natural, prueba de ello son la creciente tendencia de los consumidores a adquirir cosméticos que cuenten con un mayor número de elementos naturales en su composición, el auge de las dietas detox, las cuales están basadas principalmente en el consumo de frutas y vegetales, o la tendencia a utilizar lo que muchos denominan el ‘no makeup makeup’, o lo que es lo mismo, maquillarte de forma sencilla y natural con el objetivo de que parezca que no llevas maquillaje, entre otros. Sin embargo, aunque en muchas ocasiones algunas firmas han querido acercarse a esa naturalidad, en lo referente a las campañas de publicidad pocas han sido las que han optado por una estética natural en la cual lo más llamativo fuera la ropa que aparece en la imagen.
La campaña de Sonia Rykiel se aleja de lo que la publicidad de moda suele mostrar, del objetivo de mostrar algo etéreo y lejano a lo que solo te acercas al comprar el producto. En este caso, lo han normalizado, y, en cierto modo, humanizado. Esta apuesta novedosa, y arriesgada según muchos, ha supuesto un éxito para la firma, ha conseguido que la campaña sea una de las más nombradas en la prensa especializada y su calificación como una de las mejores de la temporada.
Nerea Maroto