El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha publicado un decálogo con recomendaciones para prevenir los daños derivados de las altas temperaturas, como beber agua o líquidos con frecuencia, reducir la actividad física en las horas de mayor calor y consultar al médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora.
Sanidad activó el pasado día 1 de junio el Plan Nacional de Acciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperaturas. Se trata de una iniciativa enmarcada en el Plan Verano que fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 14 de junio. Así, el plan permanece activo desde el 1 de junio hasta el próximo 15 de septiembre.
Además, existe un seguimiento en los quince días previos y el mes posterior a este periodo para el caso de que fuera necesaria una activación del Plan Nacional debido a unas temperaturas anormalmente elevadas que requieran una activación previa o una re-activación del Plan.
El objetivo del Plan nacional es prevenir y mitigar los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud de los ciudadanos, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, tales como personas mayores, mujeres gestantes, niños y enfermos crónicos, así como en las personas que trabajan o realizan esfuerzos al aire libre.
Para minimizar los daños que estas personas pueden sufrir, Sanidad aconseja beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física; no abusar de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que «pueden hacer perder más líquido corporal»; o usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
Igualmente, recomiendan permancer el «mayor tiempo posible» en lugares frescos, a la sombra o climatizados; reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 17.00 horas); o no dejar a ninguna persona en vehículo estacionado y cerrado (especialmente niños, ancianos o enfermos crónicos).
Apuestan de igual manera por comidas ligeras «que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.); y mantener las medicinas en un lugar fresco, ya que «el calor puede alterar su composición y sus efectos». Si a pesar de todos estos consejos la situación se agrava, instan a consultar a un médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
Una de las actuaciones prioritarias del Plan es la de alertar a las autoridades sanitarias y a los ciudadanos con la suficiente antelación de posibles situaciones de riesgo. Para ello, el Ministerio facilitará diariamente a las comunidades autónomas las predicciones de temperaturas (máximas y mínimas) elaboradas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Esta información también estará disponible para los ciudadanos en la página web del Ministerio.
El Plan tiene en cuenta las siguientes variables meteorológicas: las temperaturas máximas y mínimas previstas a cinco días, las temperaturas máximas y mínimas registradas el día anterior al de la fecha de la predicción y las temperaturas umbrales máximas y mínimas, establecidas en base a estudios epidemiológicos que han permitido relacionar el exceso de temperatura y la mortalidad. Además, se considera la persistencia en el tiempo del exceso de temperatura como factor de riesgo para la salud. La asignación de los niveles se realiza utilizando los siguientes criterios:
El nivel 0 (verde), de ausencia de riesgo, se da cuando se prevé que en ningún día de los siguientes cinco días consecutivos, sean superadas las temperaturas umbrales. El nivel 1 (amarillo), de bajo riesgo, se espera que 1 o 2 días de los siguientes cinco días consecutivos, sean superadas las temperaturas umbrales. El nivel 2 (naranja), de riesgo medio, se espera que 3 o 4 días de los siguientes cinco días consecutivos, sean superadas las temperaturas umbrales. El nivel 3 (rojo), de alto riesgo, se activa cuando se espera que se superen las temperaturas umbrales en cada uno de los cinco días siguientes.