El Museo Carmen Thyssen Málaga reivindicará en su nueva exposición temporal La furia del color, que abrirá sus puertas al público el próximo 6 de octubre, la etapa que pasó el pintor cántabro Francisco Iturrino (1864-1924) en la finca de La Concepción, en Málaga, durante la que consolidó su renovación radical de la tradición y el folclore español desde una perspectiva vanguardista y “sin parangón en la España del momento”.
En el año 1913, tras el ingreso de su mujer en un sanatorio psiquiátrico en Mondragón, Iturrino se refugia en este lugar, invitado por sus propietarios, el industrial y mecenas bilbaíno Rafael Echevarría y su esposa Amalia Echevarrieta, para cuya familia había trabajo el padre del pintor. Echevarría había adquirido en 1911 la finca de La Concepción creada por los marqueses de Casa Loring, Jorge Loring y Amalia Heredia en el siglo XIX.
En esta estancia y otras posteriores realizadas hasta el año 1919, pintará numerosos cuadros del exuberante jardín tropical, llenos de color, movimiento y vibrantes pinceladas. Son los años de plenitud del artista en los que definen su peculiar estilo. Las temáticas inspiradas por La Concepción pervivirán hasta el final de sus días. Entre otros rincones, captaron el interés de Iturrino, la fuente del Tritón, el estanque de la ninfa o la cascada, asuntos todos ellos que recogen algunos de los lienzos presentes en la exposición, dentro de la sección “El pintor en su paraíso” que se ha dedicado en exclusiva a la relación del artista cántabro con Málaga.
La nueva exposición, que cuenta con la colaboración de la Fundación Obra Social la Caixa y la Fundación Cajasol, rinde homenaje a uno de los artistas más destacados de la Colección Permanente del Museo Carmen Thyssen Málaga desde una perspectiva inédita, ampliando el estudio de Iturrino más allá de su personalidad individual, confrontándole con varios de sus contemporáneos con los que compartió temáticas como fueron Zuloaga, Matisse o Regoyos, las investigaciones de la luz, el color y el desnudo femenino y sobre todo una búsqueda constante de la modernidad que en ocasiones les hizo transitar los mismos caminos.
Así, una selección de medio centenar de obras mostrará lo mejor de la producción de Iturrino, desde sus años iniciales en Bélgica, París y Bilbao, hasta su huida hacia el sur, que le llevó en varias ocasiones a Andalucía (y a Málaga en particular), y que sería decisiva para su pintura. El recorrido abordará las temáticas predilectas del artista: la bohemia parisina, el folclore español y la España negra en sus primeros años.
Esta nueva exposición, comisariada por la directora Artística del Museo, Lourdes Moreno, lanza una nueva llamada de atención sobre este artista poco conocido del gran público, “cuya singular obra, audaz, independiente y personalísima, merece ganar un espacio protagonista dentro del arte español de las primeras décadas del siglo XX, en un momento en que el camino a la modernidad era aún titubeante en España”.
El enfoque aportado, inédito hasta el momento, ahondará en la presentación de su trayectoria como diario pictórico de búsqueda de un estilo propio que definirá al contacto con la luz del sur, especialmente durante sus estancias en la finca malagueña de La Concepción. Ese recorrido estuvo marcado por las afinidades, influencias y divergencias del artista con el panorama contemporáneo, “con el que se mostrarán esclarecedores diálogos para enriquecer el conocimiento y comprensión de un pintor fuera de toda norma, capaz de renovar la imagen del folclore español que fascinaba en París, dotándolo de una sensualidad inédita”.