Adriana Ozores y Fernando Tejero encabezan el elenco de La cantante calva, primer montaje del extenso cartel del 35 Festival de Teatro de Málaga que llega al Cervantes. Ayer domingo comenzó en el Teatro Echegaray el encuentro escénico con sendos llenos en la doble función matinal del musical infantil Alicia en el País de las Maravillas, y mañana martes se abren las puertas del decimonónico edificio diseñado por Gerónimo Cuervo para una versión del clásico de Eugène Ionesco que lleva la firma de Natalia Menéndez. Luis Luque dirige en La cantante calva a un reparto de actores completado por Joaquín Climent, Carmen Ruiz, Javier Pereira y Helena Lanza. El montaje, fruto de una coproducción de Pentación Espectáculos, Teatro Español y Lázaro, subirá los telones del Teatro Cervantes en una única sesión para la que aún quedan entradas disponibles (20.00 horas del martes 9, de 9 a 24 euros).
Ozores y Tejero son los primeros nombres propios de la trigésimo quinta edición del Festival, un encuentro escénico ecléctico y con solera que también contará con Aitana Sánchez-Gijón, Juan Echanove, Rocío Molina, Pepón Nieto, Kiti Mánver, María Barranco, Ana Fernández, Maggie Civantos o Edu Soto. Además de las 42 obras que se exhibirán hasta el 11 de febrero, el encuentro ofrece actividades paralelas y un extenso Off. Desde el próximo miércoles 10 estará abierta en el Centro de Cultura Activa Pedro Aparicio la muestra fotográfica Festival Internacional de Teatro. 1991-1995. Visitable hasta el 21 de marzo de martes a viernes en horario de mañana y tarde (10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30 h.) y los sábado en horario vespertino (de 17.00 a 20.30 h.), la exposición permitirá ver instantáneas de troupes tan prestigiosas como la Merce Cuningham Dance Company, Lindsay Kemp, Els Comediants o Momix.
La cantante calva
No se había superado el ecuador del siglo pasado cuando Eugène Ionesco, un joven y desconocido autor, estrenaba en un teatro parisino una obra que llegaría a convertirse en una de las piezas más representativas del llamado teatro del absurdo. 67 años después, La cantante calva ha tomado nueva forma de la mano del director Luis Luque en una versión de Natalia Menéndez que tuvo su estreno nacional en el Teatro Español de Madrid.
La obra, que Luque califica de “una gran comedia que es en sí misma una gran tragedia”, nació a partir del estudio de un manual para aprender inglés. Sin embargo, no fue la gramática ni la fonética anglosajona lo que inspiró al autor, sino las reveladoras verdades que contenían los innegables axiomas que aparecían en el manual. “Abajo está el suelo y arriba el techo” o “el campo es más tranquilo que una ciudad ruidosa” son algunas de las sentencias enseñadas en aquellas páginas que llevaron a Ionesco a escribir una obra que a través de sus sinsentidos es un fiel reflejo de las sociedades modernas y de la necedad de las acciones que llenan nuestro día a día.
El diseño de escenografía de la obra corre a cargo de Monica Boromello, que completa el equipo artístico junto Almudena Rodríguez, encargada del diseño de vestuario, Felipe Ramos, responsable del diseño de iluminación, y Luis Miguel Cobo, autor de la música del espectáculo.