El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, pidió hoy a la Junta un nuevo modelo de financiación de las universidades en el acto de toma de posesión de su cargo, que se ha celebrado en el Palacio de San Telmo de Sevilla bajo la presidencia de Susana Díaz y en el que ha estado respaldado por su equipo de gobierno.
La ceremonia ha contado con la asistencia, entre otros, de una nutrida representación de rectores de las universidades andaluzas, así como de varios consejeros del Gobierno andaluz, entre ellos la titular de Educación y anterior rectora de la UMA, Adelaida de la Calle; y los responsables de Economía y Conocimiento y de Empleo, Antonio Ramírez de Arellano y José Sánchez Maldonado, respectivamente.
Enrique Caro, director general de Planificación y Centros de la Consejería de Educación, presidentes de los Consejos Sociales y representantes de la comunidad universitaria también han querido estar presentes en la toma de posesión de José Ángel Narváez, al que han acompañado, además, vicerrectores del anterior equipo de gobierno de la Universidad de Málaga.
Narváez comenzó sus palabras agradeciendo el trabajo realizado por sus oponentes en las elecciones al Rectorado, “cuya presencia –dijo- ha favorecido el desarrollo de un debate académico muy necesario en nuestras instituciones”.
La educación como motor de cambio
Seguidamente, pronunció un discurso reivindicativo, centrado en la capacidad de las educación en general y de las universidades en particular para erigirse “en instrumento de cambio para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y para garantizar una sociedad más justa y solidaria”. El rector fue más allá y dejó ver su compromiso con la defensa de la universidad pública “y los valores que la identifican como arma fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, sea cual sea su origen o condición social”. También reivindicó la universidad pública “como determinante del progreso y el avance en todos los campos del conocimiento: el científico, el tecnológico, el económico y social, el de la salud y el de las humanidades”·
Financiación
El nuevo rector aprovechó la oportunidad para mostrar algunas cuestiones pendientes que, a su juicio, ”lastran el efectivo desarrollo de las universidades andaluzas”.
Como primera cuestión, citó la deuda pendiente de la Junta con las instituciones académicas, “que nos colocan en una situación a veces insostenible y de la que necesitamos saber con certeza y de una forma definitiva cuándo y cómo se va a pagar”. En este punto, se dirigió a la presidenta de la Junta y le recordó sus palabras en la inauguración oficial del curso 2015-16, cuando Susana Díaz afirmó que “es necesario devolver la certidumbre financiera a las universidades”.
A este respecto, consideró necesario definir un nuevo modelo de financiación de las universidades, “que reconozca las singularidades de cada universidad, que plantee una financiación condicionada a resultados y favorezca la consecución de objetivos”. Este modelo, según dijo, debe estar basado en la formación, la investigación y la innovación, pero a la vez debe incorporar nuevos parámetros, “como la internacionalización de las universidades, las relaciones con el entorno económico, la transferencia de conocimiento y su participación en proyectos de desarrollo estratégico de Andalucía”, un papel liderado por los Campus de Excelencia Internacional “que, sin duda, debemos mantener y potenciar”.
En cuanto a los fondos para investigación, Narváez demandó “una mayor inversión, tanto para investigación como en innovación”, dado que, en su opinión, “si no somos conscientes de la importancia que supone destinar más recurso a estos fines, no se podrá conseguir la mejora de la sociedad, las reformas del sistema productivo, la transformación del mercado laboral o los cambios de modelo económico”.
Por ello, recordó a la presidenta su intención de poner en marcha un programa puente para impulsar la Investigación universitaria y pidió un nuevo Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación, al entender que los déficits en la inversión de I+D+i en los últimos años han provocado serios problemas en la actividad investigadora de los grupos universitarios.
Tras ofrecer colaboración al Gobierno andaluz “para invocar los principios que inspiran el sistema universitario, el rector abogó por “mejorar y potenciar su coordinación, “construyendo un modelo de relación que fomente la calidad d ela formación de los estudiantes”.
Fuga de talentos
En este sentido, aludió a la necesidad de definir “un verdadero programa de retención y captación del talento” y recordó que la marcha de egresados a otros países “es un precio muy alto que hemos pagado para cumplir con las políticas de austeridad y de corrección del déficit público, pero que está hipotecando el futuro de la universidad y de la investigación”.
En cuanto a sus acciones más inmediatas, el nuevo rector de la Universidad de Málaga se comprometió a hacer un mayor esfuerzo y aprovechamiento “más eficiente de nuestras capacidades y de nuestros recursos”, así como un compromiso firme con la transparencia, la rendición de cuentas, la mejora de la formación de los estudiantes y el aumento de la productividad académica y científica.
Concluyó admitiendo que afronta su mandato “con energía, ilusión y con una enorme esperanza y con un pequeño deseo: que la que hoy llaman los analistas económicos la generación de la precariedad se convierta dentro de poco en la generación de la prosperidad y que las universitarias que acceden hoy al mercado laboral más tarde que los hombres y con una menor retribución consigan muy pronto empleos y salarios de la misma calidad. Sólo en ese momento podremos hablar de verdadera igualdad”.