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El Ayuntamiento concluye la primera fase del plan de eficiencia energética en los centros educativos de Estepona que reducirá en un 60 por ciento el consumo eléctrico

Ya ha finalizado la primera fase del plan de eficiencia energética puesto en marcha en los centros educativos de la localidad. Esta primera fase ha tenido una duración de un mes y ha actuado en los colegios de Cancelada, Ramón García, María Espinosa y Santo Tomás de Aquino y en las guarderías municipales de Cancelada y El Nido. El plan pretende reducir el consumo eléctrico en un 60 por ciento. La concejala del área de Gestión de Recursos, Pilar Fernández- Fígares, explicó que los trabajos realizados por la UTE concesionaria del servicio han consistido en la sustitución de los tubos fluorescentes tradicionales por otros de tecnología led. En total se instalarán 3.015 tubos de led, lo que supone una inversión de 75.000 euros.

 

Fernández-Fígares ha señalado que el plan de eficiencia energética continuará durante los próximos meses en otros centros educativos del municipio, ya que el objetivo del equipo de gobierno es conseguir que todos sean eficientes desde el punto de vista energético y más respetuosos con el medio ambiente. En este sentido, la edil indicó que la segunda fase comenzará una vez haya que haya terminado el curso escolar para aprovechar el verano y evitar molestias durante las horas de clase.

Fernández Fígares ha recordado que el Plan de Optimización Energética planteaba en sus inicios  reducir en un 38 por ciento el consumo de energía en las dependencias municipales y en la vía pública en un plazo de seis años.  “La ejecución de este programa de medidas ha superado las expectativas y en poco más de dos años hemos conseguido ser una administración mucho más responsable y concienciada con el medio ambiente”, ha apuntado la edil.

Entre las medidas puestas en marcha destaca la incorporación de equipos electrónicos de encendido que regulan en todo momento la potencia de las farolas. De esta manera, los más de 5.000 puntos de luz del alumbrado público van graduándose según las necesidades de la vía y conforme avanza la noche, así “la intensidad de las luces es menor durante las horas nocturnas en las que las vías están menos transitadas, a la vez que la visibilidad de la vía pública no se ve afectada” ha precisado Fernández-Fígares.

También ha contribuido a esta reducción de consumo energético la instalación en todo el término municipal de 166 relojes astronómicos que regulan el encendido de forma automática y que ha permitido lograr  que la iluminación artificial se ajuste a la luz natural. 

Asimismo, se han sustituido en la vía pública alrededor de 900 lámparas de vapor de mercurio, que son poco efectivas y dañinas para el medio ambiente, por luces de sodio de alta presión y de halogenuro metálico de bajo consumo, y se han incorporado condensadores para eliminar la demanda extra de energía que provoca penalizaciones en la factura.